Historia de caso: La Primerísima: la emisora de la gente
NicaraguaPor Alfonso Gumucio Dagron
Los procesos de migración del campo a la ciudad han sido intensos en América Latina en las décadas recientes. La región ya no es mayoritariamente "rural" como en los años cincuenta y sesenta, cuando emergieron las radios comunitarias. La violencia y el hambre han empujado a millones de campesinos e indígenas latinoamericanos a migrar hacia las ciudades, incorporándose a los cinturones de miseria. Ahora la mayoría de la población se concentra en áreas urbanas. Aún en países con alto componente indígena, como Bolivia, Perú, Ecuador y Guatemala, las estadísticas señalan una reducción constante de habitantes en áreas rurales. De ahí la importancia creciente de las radios comunitarias urbanas, que enfrentan las nuevas realidades del desempleo, la economía informal, y los problemas sociales de violencia, drogadicción, prostitución y carencia de libertades individuales y colectivas, entre otros.
El perfil de la radio comunitaria en América Latina ya no corresponde solamente a las radios que se dirigen a públicos cautivos y exclusivos. La expansión de las telecomunicaciones, la abundancia de otras estaciones de radio comerciales o religiosas, y la competencia de la televisión aún en áreas rurales, modifican sustancialmente los criterios de análisis de las emisoras comunitarias, que hoy tienen que lidiar con poblaciones multiétnicas, multiculturales y multilingüísticas en un ámbito de constantes intercambios culturales, que replantean las nociones antropológicas de identidad y especificidad.
La Primerísima es una radio comunitaria pero su "comunidad" no se limita a un barrio de Managua. La comunidad de intereses que representa La Primerísima cubre un extenso territorio de norte a sur de Nicaragua, desde la frontera con Honduras hasta la frontera con Costa Rica. El transmisor de 10 KW (AM) de la emisora sólo encuentra dificultades topográficas al topar con el macizo montañoso que divide verticalmente al país, entre el occidente donde se encuentra asentada la mayoría de la población, y la Costa Atlántica que comunica al país con la región del Caribe. Es además una radio comunitaria porque pertenece a un colectivo de trabajadores que incluye no solamente periodistas y personal administrativo de la radio, sino también oyentes, vecinos y otros actores sociales.
Radio La Primerísima es ante todo una radio "en vivo" cuyo micrófono está abierto a la participación a lo largo de su programación diaria. No hay un solo espacio en la rejilla de programación de la radio, que no incluya la participación de la audiencia a través del teléfono o mediante visitas a la emisora. Frecuentemente, cualquier programa, sea este de deportes o de información, puede ser interrumpido en cualquier momento para ofrecer los micrófonos a personas y grupos que llegan hasta la radio con algún reclamo relacionado con injusticias sociales o abusos de poder.
En un país con un alto grado de politización y de polarización política, como resultado de varias décadas de lucha contra la dictadura de Somoza y de diez años de gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Radio La Primerísima ha sabido mantener un delicado equilibrio entre las fuerzas políticas que se enfrentan en la escena nacional. Aunque sandinista en su origen y su corazón, la posición de la radio es independiente tanto de los partidos conservadores como del Frente Sandinista de Liberación Nacional, a quien no ha dejado de criticar por sus alianzas con la derecha y por las sucesivas traiciones a los ideales de Sandino. La Primerísima representa para su audiencia el afianzamiento de los valores y principios originales del sandinismo: de democracia y participación popular, de justicia social y desarrollo.
La audiencia de La Primerísima valora sobre todo la credibilidad de la radio como fuente de información, y su compromiso sin ambigüedad con los más pobres y los más afectados por la injusticia social. Sin hacer concesiones ideológicas, La Primerísima figura en segundo o tercer lugar entre las radios AM de Nicaragua, y en algunos programas tiene liderazgo absoluto sobre las demás.
Por su incidencia e impacto social, por su democracia interna y por el equilibrado manejo económico y administrativo que le ha permitido sobrevivir durante trece años, Radio La Primerísima es un buen ejemplo de sostenibilidad integral, que equilibra los aspectos sociales, institucionales y económicos.
A vuelo de pájaro
En Nicaragua, las radios en FM están consagradas a emitir música a lo largo de su programación, mientras que las radios AM se especializan en programas informativos. El 94% de los hogares en la ciudad de Managua cuenta con al menos un receptor de radio, y más de la mitad de los hogares cuenta con más de dos aparatos de radio.
Radio La Primerísima, fundada el 27 de diciembre de 1985, fue una de las radio-emisoras creadas por el gobierno del FSLN, entre el triunfo revolucionario de 1979 sobre la dictadura de Somoza, y la derrota electoral de 1990. La historia de esta radio tiene dos grandes etapas: primero como propiedad del Estado, desde 1985 hasta 1990, y luego como propiedad de los trabajadores, a través de la Asociación de Profesionales de la Radiodifusión Nicaragüense (APRANIC), hasta el día de hoy.
La segunda etapa de la radio comenzó en marzo de 1990, cuando los trabajadores de Radio La Primerísima fundaron la Asociación de Profesionales de la Radiodifusión Nicaragüense (APRANIC) y solicitaron al gobierno sandinista la donación de la frecuencia, los equipos y los bienes inmuebles donde operaba la emisora. APRANIC es una asociación sin fines de lucro, que tiene 70 miembros, incluyendo periodistas y personal administrativo de la planilla actual, o de etapas anteriores.
Vamos a analizar a La Primerísima desde el punto de vista de su sostenibilidad social, institucional y económica:
SOSTENIBILIDAD SOCIAL
La sostenibilidad social es el objetivo final de todo proceso de comunicación participativa, alternativa y ciudadana. En el tejido de relaciones entre el medio de comunicación y el universo humano en el que se inserta, se cristaliza el proyecto político comunicacional y se desarrolla el proceso de apropiación del medio y de los contenidos. La Primerísima destaca particularmente en los aspectos de sostenibilidad social. Esto queda demostrado no sólo por su elevada posición en las encuestas sino por la respuesta cotidiana de su audiencia.
La sostenibilidad social de La Primerisima es evidente cuando analizamos estos aspectos:
a) La defensa de los más pobres
La Primerísima es un actor social muy importante en la sociedad nicaragüense. Las relaciones de emisora con los más pobres y los más necesitados y su trabajo de solidaridad, cimientan la sostenibilidad social. de La Primerísima es uno de los aspectos mas importantes. La radio es fiel a su característica: "La emisora de la gente". Contribuye a crear vínculos de solidaridad en la comunidad, y promueve valores humanos fundamentales. La Primerísima siempre ha asumido un papel central durante las emergencias, y también en todos los casos de movimientos sociales importantes y luchas populares. Su vigilancia frente a los procesos políticos ha sido inclaudicable, y ha servido como faro para la población en momentos en que los acomodos políticos de los partidos parecían ser más importantes que los principios de cambio social.
b) Credibilidad entre la población
La Primerísima "dice la verdad", "no miente", "no tiene pelos en la lengua", "no tiene miedo de nadie"... Estas son algunas de las expresiones de la gente sobre la radio. Aún quienes no simpatizan con su posición de izquierda, reconocen que la credibilidad es una de sus características esenciales. Para una gran mayoría de los oyentes de la emisora, su fidelidad se basa en la credibilidad que inspira la radio. Los trabajadores de la radio valoran y cuidan sobre todas las cosas esa característica que los hace diferentes a los otros medios de información. La Primerísima no compite por audiencia mediante tácticas de mercadeo; su perfil es otro: tratar de educar, de formar opinión, mediante información, conocimiento y opiniones. Una buena parte de la audiencia de La Primerísima tiene cultura política y contribuye a hacer opinión en su barrio, en su sindicato, en su universidad. Los cuadros políticos escuchan esta radio.
c) La emisora en momentos de crisis
Cuando La Primerísima atraviesa momentos de crisis política o económica, el respaldo de la comunidad de oyentes de la radio se hace sentir con mayor fuerza. Por su posición política y su independencia, la radio ha sido objeto de ataques desde la derecha y desde la izquierda. Es paradójico constatar que más que la derecha liberal y empresarial, es el Frente Sandinista, el que ha intentado varias veces silenciar a La Primerísima por la fuerza, una vez incendiando sus equipos de transmisión. Los mecanismos de coacción son diferentes en la derecha, que ha tratado de ahogar a la radio cortándole la publicidad. Si todavía hay avisos de la empresa privada en La Primerísima, es porque son pautados por las agencias de publicidad que saben que los altos niveles de audiencia de la emisora la hacen interesante desde el punto de vista comercial.
d) Relaciones con organizaciones de la sociedad civil
Sin someter su independencia editorial, La Primerísima mantiene relaciones privilegiadas con algunas organizaciones de la sociedad civil, como ser sindicatos y organizaciones no gubernamentales de defensa de los consumidores, o de los derechos humanos. La Primerísima es el único medio de información que tiene una campaña permanente sobre medidas de prevención que deben tomarse en caso de un terremoto. Por ello, la emisora ha sido oficialmente reconocida por el Sistema Nacional de Prevención de Desastres Naturales y por la Defensa Civil.
e) Participación a través de llamadas telefónicas y visitas
Todos los programas de La Primerísima reciben llamadas de la audiencia. El diálogo con los oyentes se prolonga como un continuo a lo largo del día, y recorre transversalmente la rejilla de programación. Cada programa recibe entre 20 y 40 llamadas por hora, y muchos son transmitidos en vivo. Con frecuencia se reciben llamadas de organizaciones de la sociedad civil y de lideres comunitarios.
f) Ayuda solidaria a personas
Además de ponerse siempre del lado de las organizaciones populares, La Primerísima realiza constantemente una labor cotidiana para ayudar a personas que enfrentan urgencias y necesidades. Los trabajadores de la radio no hacen aspavientos sobre ese ejercicio permanente de la solidaridad, porque ya lo han incorporado en sus prácticas cotidianas. Los taxistas de Managua saben que si encuentran a una persona en una situación de emergencia, pueden llevarla a La Primerísima para que allí la ayuden a resolver su problema.
SOSTENIBILIDAD INSTITUCIONAL
La sostenibilidad institucional abarca aquellos aspectos organizativos internos y externos que garantizan la supervivencia y el desarrollo de un medio de acuerdo a los ideales de una gestión democrática y participativa. En Nicaragua como en cualquier otro país, la sostenibilidad institucional está vinculada al marco legal y regulatorio. Lo que ha permitido a La Primerísima lograr su sostenibilidad institucional, es la cohesión de su equipo en torno a un proyecto político comunicacional, así como su organización interna democrática y su gestión transparente y el hecho de que los trabajadores son propietarios de la radio.
Estos son los componentes claves de la sostenibilidad institucional en La Primerísima:
a) Organización interna democrática y participativa
La organización interna de La Primerísima está respaldada por la Asamblea General de los miembros de APRANIC, un colectivo de periodistas y trabajadores, amigos, vecinos del barrio, y simpatizantes de la solidaridad internacional. Las decisiones que tienen que ver con cambios fundamentales, de orientación institucional y programática, se toman en la Asamblea General, y las decisiones operativas las toma la Junta Directiva, elegida por la asamblea cada dos años. La junta directiva delega responsabilidades en el director de la radio.
b) Proyecto político comunicacional
Los trabajadores decidieron fijar los parámetros de la política comunicacional en estos términos:
- Es una emisora de carácter popular, participativo, independiente y nacionalista, sin vínculos orgánicos con ningún partido político o grupo económico;
- Su principal objetivo es asumirse como canal de comunicación al servicio de los intereses de los sectores sociales menos favorecidos y de aquellos que luchan por transformar la realidad socioeconómica de miseria en la cual vive Nicaragua.
- Su programación es de carácter participativo y está dirigida a contribuir a satisfacer las necesidades informativas, culturales y recreativas de la población.
- Se organiza como una empresa y, por lo tanto, debe procurar los recursos económicos y materiales suficientes para autosostenerse y poseer la suficiente capacidad financiera para mantener sus equipos técnicos en óptima condición.
Los trabajadores de La Primerísima valoran en sumo grado la libertad de pensamiento y acción que se respira en el ambiente de la emisora. La ausencia de conflictos comerciales con otras emisoras permite a los periodistas de la radio relacionarse de manera distinta con colegas de otros medios. Muchos periodistas que habían tenido problemas de censura en otros medios, encuentran que tienen plena libertad en La Primerísima. No solamente los periodistas de la radio se expresan con libertad, sino también los oyentes.
d) Propiedad del medio y proceso de apropiación
Otro pilar fundamental para la sostenibilidad institucional es la propiedad del medio. Los trabajadores de La Primerísima y los miembros de APRANIC son propietarios de los equipos de la radio, de la planta de transmisión y de los edificios.
e) Oportunidades a los trabajadores
Muchos de los periodistas de la radio, traían una experiencia anterior y son muy conocidos a nivel nacional. Por ello, el tema de la capacitación, que sería esencial en una emisora rural o barrial, no tiene aquí la misma relevancia. De todas maneras las oportunidades para el crecimiento profesional y de desarrollo individual en La Primerísima, han sido importantes particularmente en el área técnica y de programación, donde se han formado varias generaciones.
f) Recursos técnicos apropiados
La sostenibilidad institucional está también estrechamente ligada al tema de la tecnología apropiada. Una radio que sobredimensione sus posibilidades puede ser tan insostenible como una que minusvalore su potencial. Muchas emisoras fracasan porque son dotadas al principio de equipos sofisticados que no pueden mantener ni reemplazar por falta de recursos. La Primerísima ha sido cautelosa, y su propia circunstancia económica y política le ha obligado a tomar decisiones cuidadosas con relación a los equipos.
g) Participación en redes
La Primerísima es miembro de la Unión Nacional de Radiodifusión (UNIR) pero por ser la única radio nacional independiente no participa en otras redes del sector privado comercial, o aquellas que están políticamente vinculadas al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En cuanto a las redes internacionales, La Primerísima es miembro de AMARC.
SOSTENIBILIDAD ECONà“MICA
Con demasiada frecuencia la discusión sobre el tema de la sostenibilidad se concentra en los aspectos económicos, y no considera la diversidad de modelos y opciones que las radios comunitarias e independientes, han sido capaces de implementar haciendo ejercicio de creatividad.
La sostenibilidad económica garantiza la estabilidad y el desarrollo de la comunicación comunitaria, permitiendo los recursos necesarios y suficientes para las instalaciones, la compra de equipos, el pago de los servicios y de salarios del personal, mientras se mantiene fiel a un proyecto político comunicacional, sin hacer concesiones.
La estrategia de sostenibilidad económica de La Primerísima procura equilibrar las diferentes fuentes de ingreso, para no ser demasiado dependiente de una sola fuente de ingresos que pudiera dominar o asfixiar a la radio.
Los principales ingresos de la emisora provienen de los espacios de programación arrendados a ONGs o individuos que simpatizan con la filosofía de la radio, y que obtienen por su lado cuentas de publicidad para financiar sus programas. La segunda fuente de ingreso esta representada por aquellos ingresos "directos" procedentes de la publicidad contratada directamente con la radio, sin pasar por agencias. Los ingresos por concepto de publicidad ya no tienen la importancia que tenían diez años atrás; sin embargo, todavía representa un 25% de los ingresos, lo cual indica que hay un sector empresarial, sobre todo de empresas medianas y pequeñas, que continua apoyando a La Primerísima, en algunos casos por simpatía, pero sobre todo en reconocimiento de que la emisora figura en los primeros lugares de las encuestas de audciencia. Las donaciones externas representan un porcentaje menor en los ingresos anuales, entre 6% y 10%.
Estos son otros factores coadyuvantes:
a) Transparencia en la gestión de prioridades
Aún en los periodos más difíciles de crisis financiera, La Primerísima ha priorizado el pago de servicios y obligaciones impositivas, por encima incluso del pago de salarios. Los propios trabajadores decidieron que lo importante es mantener la integridad de la emisora frente al Estado y a la empresa privada. Los propios trabajadores ofrecen apoyo a La Primerísima, no solamente a través de la publicidad que obtienen para la radio, sino con su actitud de permanente respaldo a las decisiones que se toman colectivamente sobre las prioridades económicas. Los periodistas reciben como salario básico de 4,000 Córdobas mensuales (250 US$ dólares), que incluye una cantidad para transporte.
b) Ingresos por concepto de publicidad
Algunas grandes empresas de Nicaragua no están interesadas en dar publicidad a la radio debido a la línea crítica que mantiene. Sin embargo, otras empresas comerciales medianas y pequeñas que saben que la radio tiene una gran audiencia, pautan publicidad por razones de interés económico. Hay 92 radios en Nicaragua, y todas se disputan la misma torta publicitaria, cuyo volumen ha disminuido debido a la situación económica. La Primerísima cubre ciertas necesidades materiales mediante canjes de publicidad por muebles, alquiler de vehículos, imprentas y otros servicios.
c) Los trabajadores como gestores de espacios
Los trabajadores de La Primerísima tuvieron que poner en práctica su creatividad y su voluntad de salir adelante, para salvar situaciones de presión económica muy severas. A principios de los años noventa, los noticieros fueron entregados como microempresas a los periodistas. Cada programa generaba recursos propios y le daba a la radio una cantidad fija de las ganancias. Aún hoy, las fórmulas de participación de los trabajadores en la publicidad se han mantenido, para permitir una igualdad de oportunidades incluso a aquellos que no son conductores de programas.
d) Espacios arrendados a organizaciones
Los espacios rentados son hoy una importante fuente de ingresos. Casi todos esos espacios se inscriben en la línea editorial y en la política comunicacional de la radio. Es el caso de "Onda Local" que dirige el prestigioso periodista Carlos Fernando Chamorro (genera 1,200 US$ por mes), y también el caso de "La Piedra", el programa de la Comisión Nacional de los Consumidores.
e) La solidaridad internacional
La Primerísima no depende, como otras radios comunitarias de América Latina, de la ayuda internacional. Sin embargo, en momentos de crisis la solidaridad internacional le ha permitido sobrevivir. Cuando un atentado quemó el transmisor de La Primerísima en 1990, la solidaridad de comités en España permitió comprar uno nuevo. Las donaciones internacionales son esporádicas, la emisora no depende de ellas de una manera regular, ya que genera sus propios ingresos que superan los dos millones de córdobas anuales (US$ 125.000).
f) Los aportes de la comunidad
Finalmente, y esto es muy importante subrayarlo, están los aportes espontáneos de la audiencia de La Primerísima, que siempre ha respondido a todas las situaciones de emergencia de la emisora, y a todas las campañas de colecta de fondos o de víveres para las víctimas de desastres naturales. Estos aportes son difíciles de cuantificar, pero no son menos significativos, sobre todo porque ponen en evidencia el apoyo brindado por la población más pobre, a la emisora que la defiende desde hace 18 años.
CONCLUSIà“N
Radio La Primerísima no corresponde con la creencia convencional de que las radios comunitarias son aquellas que están en áreas rurales y que transmiten para un sector de población limitado geográficamente. A diferencia de muchas radios comunitarias en FM, La Primerísima cubre una parte importante del territorio y de la población nicaragüense, y en las encuestas aparece como una de las emisoras más influyentes de Nicaragua. Ha estado presente en los grandes momentos históricos de los últimos 18 años, y ha sido en muchas ocasiones protagonista de esos hechos. La radio es actor social y político mediante una estrategia informativa y de incidencia en la opinión pública, con autonomía frente al estado, a los partidos políticos y al sector privado, manteniendo el sentido crítico y el compromiso con los sectores empobrecidos.
El contacto continuo y permanente con la audiencia ejerce un control social sobre los contenidos de los programas. La radio responde día a día a las inquietudes de su audiencia y no le impone programas cerrados, la audiencia tiene más oportunidades de exigir a cada uno de los presentadores los contenidos que más le interesan. Todos los programas son en vivo, y reciben numerosas llamadas de teléfono.
La Primerísima promueve la democracia, la participación y la transparencia a través de la crítica y de la vigilancia cotidiana de los temas nacionales. La radio y su organización matriz, APRANIC, ejercen la participación democrática y la transparencia.
La mera existencia de La Primerísima nos lleva a cuestionarnos algunas definiciones de radio comunitaria y la radio independiente, definiciones que no han variado mucho desde los años sesenta.
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