Carta desde Sydney Nuestros Medios
Productores, trabajadores, activistas del desarrollo comunitario, investigadores y académicos de la comunicación fueron los principales participantes en la Sexta Conferencia Internacional de OURMedia/NuestrosMedios, que se llevó a cabo en Sydney, Australia, entre el 9 y el 13 de abril de 2007. Esta Conferencia siguió a las realizadas desde 2001 en Washington DC, Barcelona, Barranquilla, Porto Alegre y Bangalore. Año tras año la red OURMedia/NuestrosMedios se ha expandido internacionalmente abarcando todas las regiones del mundo. 180 personas de 33 países participaron en esta Sexta Conferencia, presentando una gran variedad de experiencias y temas para la discusión..
La red OURMedia/NuestrosMedios se ha convertido en un importante foro para el diálogo sobre los problemas que afectan a la comunicación y a los medios participativos, comunitarios, alternativos y ciudadanos, alrededor del mundo. Un desafío central ha sido lograr el reconocimiento y legitimidad de los medios comunitarios y de la comunicación popular en los procesos de cambio social, político y cultural. La red ha sido un eje para afirmar el valioso aporte de ese trabajo, pues ha permitido la colaboración, el intercambio y la investigación sobre muchos temas, incluyendo la libertad de expresión, el derecho a la comunicación, y el acceso más justo a los medios y recursos de comunicación alrededor del mundo, para el bienestar general.
Los participantes en OURMedia/NuestrosMedios 6 renovaron su compromiso de apoyar las innumerables luchas que en el mundo buscan establecer, fortalecer y ampliar las voces de quienes han sido silenciados y marginados. Estas luchas ocurren en todos los niveles de la sociedad, tanto en las iniciativas de comunicación de base, como en los esfuerzos para la promover en los niveles locales, nacionales y transnacionales, la formulación de políticas públicas y la legislación. La construcción y el fortalecimiento de alianzas y lazos con otros sectores y movimientos ha sido, y seguirá siendo, un aspecto esencial de la estrategia de NuestrosMedios.
Los participantes expresaron muchas ideas claves, éxitos y desafíos durante la conferencia; algunos con potencialidad para convertirse en temas de investigación para la próxima conferencia de NuestrosMedios. Aquí están solamente algunos de ellos:
Fortaleciendo comunidad, identidad y alianzas
Los participantes compartieron criterios sobre la construcción de identidad y de comunidad que se logra a través de los medios comunitarios y ciudadanos, tanto al desarrollar la solidaridad y la cohesión dentro de grupos y comunidades marginadas, como en el facilitando los vínculos, las voces y la representación entre esas comunidades y audiencias más amplias. Se requiere más trabajo para estimular esos procesos de construcción de comunidad y la creación de nuevos vínculos y asociaciones entre los actores de los medios comunitarios y otros. En este marco, debemos comprometernos en la solidaridad con todas las generaciones de emigrantes alrededor del mundo y sus luchas por los derechos humanos.
La participación en políticas y procesos de gobernabilidad
En un mundo donde la “participación” ha sido utilizada instrumentalmente para legitimar las políticas verticales, los medios y la comunicación participativa proveen formas a través de las cuales la gente puede representarse a sí misma en sus propios términos, y re-enfocar sus identidades e intereses, en lugar de conformarse con definiciones exógenas. Necesitamos entender mejor el rol de la comunicación participativa y de los medios comunitarios en los procesos de gobernabilidad y generación de políticas, incluyendo el papel de los medios como actores en las políticas.
Ocuparse de las diferencias: poder, género, diversidad y diferentes visiones del mundo
Tenemos el desafío de reflejar y analizar las relaciones de poder, incluyendo la manera como las diferencias de género, identidad, visión cultural son ya sea cuestionadas o fortalecidas por nuestro trabajo de comunicación e información. El entusiasmo por las innovaciones técnicas y metodológicas necesita ser equilibrado, poniendo atención a la manera como el poder opera en la cultura y en la sociedad, y la forma como éste se construye al nivel micro y personal. Debemos ser reflexivos sobre nuestro propio poder y nuestras prácticas, y sensibles a la realidad del poder en los contextos donde trabajamos, destacando nuestras responsabilidades.
El poder del arte y de la expresión estética
En muchas de las presentaciones se subrayó la centralidad del arte, la emoción y el sentimiento en el trabajo de comunicación, como una manera de producir y redefinir lo cultural. Al imaginar y expresar nuevos sentidos e identidades, el arte tiene la capacidad de cuestionar las normas sociales y culturales del poder que permiten el surgimiento de desigualdades incrustadas y enraizadas en los status de clase, género, casta, raza, edad o ciudadanía. Necesitamos tratar las brechas que a que veces surgen entre el arte, la práctica comunicacional y la generación de nuevos conocimientos.
Audiencias y el derecho de ser comprendidos
Debemos trabajar para lograr un mejor entendimiento entre las audiencias y los activistas de medios comunitarios, y para establecer cómo la relación entre ambos difiere de los medios masivos comerciales. Necesitamos re-conceptualizar los medios comunitarios más allá del acceso y la participación, para incluir la noción de “ser escuchados” y el “derecho de ser comprendidos”
Más allá de la dualidad entre “alternativo” y “dominante”
Necesitamos cuestionar la dualidad entre “alternativo” y “dominante” (particularmente con respecto a los medios juveniles), donde las definiciones politizadas pueden excluir ciertas voces e inhibir el desarrollo de la alfabetización digital. Los medios participativos y comunitarios deben definirse más allá del concepto de “alternativos” frente a las formas hegemónicas y dominantes, para afirmar su lugar como una fuerza en la transformación de la sociedad.
Sostenibilidad, control y apropiación comunitaria
Aún debemos ocuparnos en desarrollar modelos y estrategias de apoyo, en todos los niveles, al trabajo de los medios comunitarios, especialmente para robustecer la capacidad de las comunidades para que se apropien, administren y tengan control sobre los procesos de comunicación. En este contexto es necesario encontrar enfoques que combinen recursos y conocimientos para fortalecer la capacidad de las organizaciones sin ánimo de lucro. Muchas presentaciones durante la conferencia se refirieron al tiempo que toma a los productores de medios comunitarios desarrollar conciencia, confianza y capacidad técnica. Quienes apoyan a los medios comunitarios necesitan ir más allá del enfoque limitado a los proyectos, y considerar nuestro trabajo como de largo plazo y como parte de un ambiente ecológico mediático.
Medición de resultados – Evaluación participativa
En varias presentaciones se expresó frustración por los estrechos requisitos que imponen los financiadores para evaluar procesos de comunicación haciendo énfasis en “productos” y resultados de corto plazo. Existe sin embargo un interés creciente por desarrollar capacidades para documentar mejor los efectos cualitativos en las vidas de los productores y usuarios de los medios participativos. Necesitamos desarrollar nuestras habilidades y metodologías para la investigación–acción y la evaluación participativa, así como para educar a los donantes en la importancia de los resultados cualitativos del cambio social que buscamos con empeño.
Desarrollos positivos y negativos
Durante los últimos años, la comunicación y los medios participativos, alternativos, comunitarios y ciudadanos han tenido desarrollos positivos y negativos alrededor del mundo. Reconocemos los esfuerzos que algunas organizaciones multilaterales y para el desarrollo como UNDP, UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial están haciendo para apoyar los medios comunitarios, basados en las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), video y radio, principalmente en países de Asia y África.
Sin embargo, la situación mundial actual está lejos de ofrecer oportunidades equitativas para el derecho a comunicarse y a desarrollar organizaciones y plataformas de apoyo a la comunicación participativa, comunitaria y ciudadana. A pesar de alguna mejoría, la situación en general, permanece frágil y vulnerable. Los avances en la legislación favorable a los medios comunitarios han sido lentos, no obstante el esfuerzo de organizaciones como AMARC y APC en varias regiones. La fuerza hegemónica de las grandes empresas mediáticas y el hostigamiento de los estados, que unas veces actúan por separado y otras de manera combinada, presentan serios obstáculos para el desarrollo libre de los medios comunitarios.
Los medios digitales están creando retos claves para los medios comunitarios, en términos de distribución, del desarrollo de tecnologías apropiadas, de la propiedad intelectual y del impulso a la alfabetización digital. Al respecto, un participante en NuestrosMedios 6 afirmó: “Cuando viene la tormenta tenemos la opción entre construir refugios o molinos de viento”. Nuestro propósito, como activistas y académicos de los medios comunitarios debe ser diseñar molinos de viento para aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales.
Avances y obstáculos en las principales regiones
Reciente reformas en las leyes de Australia, han llevando a una mayor concentración sobre la propiedad de los medios. Por ello, hoy más que nunca es importante asegurar la diversidad de voces para construir y mantener una mayor comprensión y apertura (multi)cultural. Sin embargo, el entorno político ha llevado a compartimentar y fragmentar las prácticas de los medios comunitarios y alternativos, que en muchos casos dependen totalmente de las estructuras de los gobiernos locales y regionales. En el nivel nacional la legislación sobre transmisión digital debe incluir con urgencia los servicios que prestan actualmente la radio y la televisión comunitaria, y prever en el espectro radioeléctrico un acceso adecuado para la experimentación, el crecimiento y los nuevos usuarios. Australia ha sido pionera en el establecimiento de medios indígenas y comunitarios, y cuenta con una base sólida para innovar y extender sus estructuras democráticas. Es imperativo que la investigación sea llevada hacia la búsqueda de modelos viables de transmisión comunitaria, abarcando todas las plataformas tecnológicas, para apoyar a las estaciones de radio y televisión a que accedan a esas plataformas de medios.
Existe un problema potencial con la introducción de marcos de investigación cualitativa (MIC) y el posible impacto negativo que puede tener en investigadores interesados en investigar con y por las comunidades. Consideramos necesario que exista una propuesta para la realización de un foro nacional sobre medios comunitarios, en el cual se encuentren los diferentes sectores y debatan el futuro de la participación en Australia, a través de los medios. Estamos preocupados porque el gobierno de Australia no ha priorizado el tema del acceso equitativo a las TIC`s y que, por lo contrario, ha optado por soluciones simplistas a la brecha digital (proveyendo acceso al Internet en escuelas y bibliotecas). El financiamiento no sostenible a través Networking the Nación y otras iniciativas más pequeñas deben ser revisadas y actualizadas para garantizar que las comunidades y los individuos marginados por las condiciones socioeconómicas y/o excluidos por las condiciones geográficas, no sean más excluidos.
En el Pacífico los medios comunitarios se han desarrollado lentamente y necesitan de un mayor estímulo para que los habitantes de sus islas tengan acceso a información variada sobre formas de gobernabilidad y de desarrollo. Para que los medios comunitarios puedan desarrollarse, los gobiernos de las islas del Pacífico, la sociedad civil, las organizaciones y las agencias internacionales deben considerarlos como una parte integral de la gobernabilidad y del desarrollo.
En el Asia, reconocemos los importantes avances que ha logrado la India con la introducción de una legislación que legitima la radio comunitaria en el país. India es el primer país en el Asia del Sur que ha logrado una política favorable a las radios comunitarias. Celebramos la restauración de la democracia en Nepal y su camino hacia el establecimiento de un gobierno del pueblo. Nos complace que los medios independientes en ese país hayan podido funcionar libremente desde la insurrección de abril de 2006. Igualmente, celebramos el reconocimiento de los medios comunitarios durante el Foro de TICs de los Ministros de Países del Pacífico, que incluyó en la Estrategia Digital la transmisión comunitaria en FM.
Al mismo tiempo, estamos profundamente preocupados por el hecho de que el reconocimiento a la difusión comunitaria en la India vaya acompañada de limitaciones excesivas para los contenidos. No es aceptable que el gobierno haya impuesto restricciones para las radios comunitarias en cuanto a la emisión de noticias. Vemos esto como una violación del derecho elemental a la información y apelamos al gobierno de la India para que elimine de su política estas barreras. En Filipinas estamos gravemente preocupados por la seguridad y la libertad de las emisoras comunitarias, que son continuamente atacadas por fuerzas criminales que gozan del apoyo de los políticos en el poder. El golpe de la junta militar en Tailandia significa un paso atrás para la libertad de medios, para la democracia y para la libertad de expresión. También estamos muy preocupados por los niveles de opresión contra los medios después del golpe. Las autoridades han cerrado más de 300 estaciones de radio comunitaria y ejercen medidas muy estrictas de control sobre los medios independientes.
El terreno de la radio comunitaria en la región de África subsahariana ha sido accidentado y a menudo pedregoso, pero constituye una planta dura de extirpar, resistente y aguantadora, como sus pueblos. Habiendo arrancado durante el apartheid, el liderazgo precursor de la radio comunitaria de África del Sur, fue reforzado por Namibia y otros países del hemisferio sur; y sin duda contribuirá, en el país y en su diáspora, a derrumbar los muros de la represión en Zimbabwe. En Mozambique la radio comunitaria, que ha sido alimentada cuidadosamente fortaleciendo sus raíces, y con el mismo cuidado puede esperarse que prospere también en otras partes del variado horizonte de la África lusofóna
En el este de África, la radio comunitaria ha resurgido en Kenya, hogar de la primera -pero de corta vida- radio comunitaria del continente. En Uganda y en Tanzania las incursiones de la radio comunitaria son significativas, mientras se prepara para ingresar a Etiopía, y posiblemente, de manera mucho más activa en el sur y norte de Sudán. Ha proliferado en los países francófonos de África del Oeste, especialmente en Malí, el otro líder precursor de África. Tarde o temprano una amplia organización de base asegurará su introducción en Nigeria, y aunque apareció en países desgarrados por la guerra como Liberia y Sierra Leona, ha desarrollado dinámicas características participativas en Ghana, donde es aún pequeña en cantidad debido a las constricciones impuestas por la reglamentación.
En casi todos los países árabes, los gobiernos aún controlan los medios a través de la legislación, pero ha habido algunos intentos de desarrollar medios comunitarios, especialmente en Palestina, Jordán, Líbano e Irak. La radio comunitaria en Internet, ha sido una opción en países donde es difícil obtener licencias de difusión para los medios comunitarios. Pero aún se necesita más trabajo político para alcanzar la libertad de prensa y el derecho a la comunicación.
Los medios comunitarios en América Latina tienen más de 50 años de desarrollo. Varios miles de estaciones de radio comunitaria e indígena, así como de organizaciones que hacen vídeo se han desarrollado a lo largo y ancho de la región, especialmente en México, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile y Colombia. Se ha legislado sobre medios comunitarios en casi toda la región, sin embargo, y a pesar de la historia elocuente de los medios participativos, en países como Guatemala, Brasil y México las iniciativas locales de comunicación son sistemáticamente reprimidas, a menudo con violencia. Nos solidarizamos con las luchas de activistas de medios comunitarios de Oaxaca y rechazamos vigorosamente la respuesta violenta que les dio el gobierno de México, así como la represión que se ha ejercido contra los medios indígenas en otros países de la región.
La concentración de medios comerciales en pocas manos se ha incrementado y es uno de los más grandes problemas para el desarrollo de una comunicación independiente, alternativa y participativa. La conversión a sistemas digitales es vista ya sea como una oportunidad para democratizar los medios, o como una forma de consolidar el poder de las grandes empresas de medios. Algunos países como Uruguay han logrado mejorar el entorno legal y regulatorio mediante el reconocimiento de los medios comunitarios, y otros apoyan las iniciativas de medios comunitarios con legislación y medidas de promoción y financiación, como es el caso de Colombia y Venezuela.
El Delegado para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en su Reporte Anual de 2006 ha recomendado a los estados miembros legislar y reservar parte del espectro electromagnético para los medios comunitarios. El tema de reservar una parte de este espectro es absolutamente esencial para garantizar la utilización real y futura de nuevas oportunidades para los medios comunitarios.
En Europa la radio comunitaria ha jugado un papel importante en las sociedades democráticas. En Irlanda tiene diez años de existencia y ahora funciona la televisión comunitaria por cable. La Comisión de Difusión de Irlanda manifiesta una actitud progresista sobre los medios comunitarios, considerándolos como formas efectivas para el desarrollo local, el multiculturalismo y el compromiso con la cultura. Aplaudimos el crecimiento de los medios comunitarios en la Gran Bretaña y le damos la bienvenida en la comunidad global de medios comunitarios, a las radios del Reino Unido que recientemente recibieron licencias, a sus voluntarios y a sus audiencias. Estimulamos a los demás países a seguir los pasos de los gobiernos de Irlanda y la Gran Bretaña en la manera como han abordado los medios comunitarios. Nos complace apoyar el desarrollo del sector de la radio comunitaria en Georgia y esperamos que otros estados de Europa del Este consideren de manera positiva y apoyen los medios comunitarios.
Nos complace que la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO, haya sido ratificada por los países de la Unión Europea, y haya entrado en vigor en marzo de 2007. Urgimos a la Unión Europea para que a través de financiamiento sostenido, tome acciones en favor de la promoción de la comunicación comunitaria e independiente, como expresión de la diversidad cultural y lingüística.
La revisión en curso de la directriz de la Unión Europea “Televisión sin Fronteras” (89/552/EEC) preocupa a la red NuestrosMedios / OurMedia, porque si bien esas disposiciones apuntan a proteger la diversidad de opiniones, el pluralismo de los medios y el interés público, no hay en ellas mención alguna sobre los medios comunitarios o la televisión de minorías.
En Estados Unidos, veinte años de consolidación de los conglomerados mediáticos han resultado en un horizonte con muy poco espacio para el diálogo y el debate públicos. Son muy pocas las radios comerciales que ofrecen algún tipo de noticias, las estaciones de televisión, en su mayoría, no brindan cobertura de noticias locales, y los periódicos metropolitanos están amenazados de desaparecer en todo el país. El impacto ha sido mayor en las comunidades pobres, multirraciales y de inmigrantes, que son sistemáticamente estereotipadas o invisibilizadas. Mientras que el Internet ha incrementado sus canales, el número real de historias y relatos se ha reducido. El fenómeno de los blogs ha sido positivo para resaltar y hacer contrapeso a los periodistas y políticos en los canales públicos y comerciales; sin embargo, no ha generado nuevas formas de hacer periodismo.
Las noticias “independientes” en la radio, la TV y los medios electrónicos (algunos de los cuales son comunitarios), continúan creciendo en número, sofisticación, credibilidad y audiencia. Algunos son fuente importante de información para mucha gente, y son también un referente para los medios comerciales que los revisan con regularidad. Sin embargo, el reto de la sostenibilidad aún es crucial para casi todos ellos. Están continuamente obligados a luchar por las plataformas sobre las cuales operan, desde el cable hasta los espacios en satélites, pasando por el espectro radioeléctrico. Por ejemplo, la reciente regulación que apoya la renovación de las estaciones de micro-radio ha proporcionado a pequeñas comunidades un importante recurso comunicacional. Sin embargo, la gran mayoría de esas nuevas licencias no ha sido otorgada a los grupos excluidos de los medios, sino a grandes conglomerados cristianos conservadores, que ya disponen de bastantes recursos. Por otra parte algunos centros de micro-radio todavía son considerados ilegales, ya que no existen provisiones para las áreas urbanas. También se aproxima la regulación que convertirá el acceso por cable, tan importante para ciertos grupos, en algo del pasado.
La convergencia hacia plataformas digitales ha significado oportunidades y dificultades. Muchos grupos han migrado hacia Internet y la han usado de maneras importantes. Sin embargo, los recursos de banda ancha continúan concentrados en las zonas más ricas de las ciudades, dejando a muchos por fuera. Al mismo tiempo, el régimen restrictivo de la propiedad intelectual ha sido usado para evitar que los productores puedan compartir contenidos.
Aunque existe algún apoyo por parte de los gobiernos y de organizaciones nacionales e internacionales para los medios comunitarios y participativos, el inmenso potencial de este campo aún permanece no reconocido y sin apoyo suficiente. Con frecuencia los medios son percibidos principalmente como formas para difundir masivamente mensajes preconcebidos, en lugar de formas vitales a través de las cuales las personas y comunidades -muchas veces sin voz propia- pueden participar más directamente en la conformación de su cultura, de su sociedad y de su política. Nos parece que ya llegó la hora de que “nuestros medios” sean aceptados y apoyados como fuerzas legítimas para lograr el cambio social, en lugar de meros difusores de mensajes que se añaden a otros programas e intervenciones.
Hay todavía algunas áreas en las cuales es necesario trabajar. Una de ellas surgió en la conferencia Porto Alegre, y ahora nuevamente en Sydney: es necesario un proceso a través del cual se puedan representar a sí mismos, particularmente los participantes indígenas que son miembros de la red.
Los medios juveniles son esenciales para cultivar la alfabetización digital, y esto requiere que el acceso y la capacitación para ellos se constituyan en un aspecto central. Debemos cuestionar nuestra definición de medios alternativos con respecto al contexto cambiante en el cual se integra a la juventud. El surgimiento de espacios comerciales como YouTube o MySpace ha permitido popularizar las expresiones individuales, y algunas veces, estos espacios sirven para aglutinar comunidades de jóvenes políticamente comprometidos. Sin embargo, la función principal de esos espacios es capturar para los accionistas corporativos ingresos por publicidad, mediante la apropiación gratuita de la producción cultural y el trabajo social de la gente joven. Generalmente establecen condiciones de uso que otorgan a las corporaciones derechos para utilizar de la manera que crean conveniente los contenidos generados en esos sitios. Finalmente, suelen responder inmediatamente a los pedidos de información de las corporaciones o del gobierno sobre los usuarios, y para retirar material que aquellos consideren inapropiado. Por ello, el gran éxito de estos sitios es un arma de doble filo. Sin embargo, hay alternativas que no tienen fines lucrativos, cuya arquitectura se basa en software libre, pero que requieren recursos para su desarrollo técnico y mantenimiento.
Otra área de interés para quienes están en los medios ciudadanos es la batalla contra el llamado régimen de Derechos de Propiedad Intelectual (DPI). Este régimen incluye términos extendidos de derechos de autor y de patentes, así como la criminalización de las infracciones, mayores recursos del gobierno para custodiar los derechos de propiedad intelectual, la proliferación de controles tecnológicos construidos dentro de las piezas electrónicas, y una guerra de propaganda financiada por las industrias monopólicas del entretenimiento. Además de los serios impactos sobre la salud (falta de acceso a medicinas debido a las patentes de las medicinas), sobre la agricultura (patentes sobre las semillas), y el robo perpetrado a las culturas indígenas, a los sistemas de conocimiento, y al material genético (piratería biológica), la extensión y fortalecimiento de un régimen maximalista de propiedad intelectual, plantea amenazas específicas para los activistas de medios comunitarios.
El régimen DPI impone barreras a la producción de los medios porque limita severamente la forma como los materiales originales pueden ser utilizados, mezclados, analizados y rediseñados. La difusión de trabajos de historia social que incluyen elementos audio-visuales significativos sobre comunidades y movilizaciones sociales, ha sido impedida porque los derechos de autor no obtuvieron autorización. Los estudiantes y los jóvenes son el blanco de campañas masivas para convencerlos de que bajar y compartir música y películas es ilegal, peligroso e inmoral. En Estados Unidos muchas emisoras de radio que difunden su programación a través de Internet están al borde de ser cerradas porque no pueden pagar los dividendos para incluir música con derechos de autor. Los más grandes estudios de producción ejercen presiones para que se establezcan controles tecnológicos aún más enérgicos en cada nueva generación de aparatos de grabación, en las computadoras y en las infraestructuras de información. Aún así, a cada uno de esos esfuerzos se opone la resistencia, y constantemente se construyen, reconstruyen y extienden contraproyectos concretos como los programas libres y de código abierto (free and open source), los “izquierdos de autor” (copyleft) y Creative Commons.
La sostenibilidad y el fortalecimiento de OURMedia/NuestrosMedios
En vista de los éxitos, los temas de discusión y los desafíos surgidos, existe un claro mandato para llevar a la red NuestrosMedios / OURMedia hacia el futuro y para fortalecerla y hacerla sostenible como una red vital y un foro comunitario internacional. OURMedia/NuestrosMedios ha experimentado un crecimiento impresionante en su corta existencia, manteniendo sin embargo su característica de gobernabilidad participativa, sin “un centro”, y enraizádose ante todo en la práctica concreta, el activismo y la investigación comprometida. La red continúa jugando el papel de constructora de puentes, sobre el que fue fundada: vinculando a activistas y académicos, Norte y Sur, y aquellos que trabajan en una gran diversidad de medios. El desafío es construir y fortalecer nuestros vínculos con los movimientos sociales, con otros actores y sectores claves que enfrentan retos semejantes, y con los recursos existentes (como las áreas de teoría y práctica social) que son centrales para los objetivos y propósitos de OURMedia/NuestrosMedios. También debemos garantizar que nuestro trabajo contribuye a los debates actuales sobre el cambio climático, las políticas ambientales, y el rol de la práctica y la investigación en medios comunitarios y alternativos en esas áreas, así como con los usos innovadores de los medios comunitarios para construir paz y la resolución de los conflictos.
Tomados en su conjunto, todos estos problemas, temas y desafíos proporcionan posibles áreas de trabajo, investigación, y desarrollo de redes para fortalecer y hacer sostenible OURMedia / NuestrosMedios, y para posicionar nuestro trabajo de comunicación y de medios comunitarios, no como una solución mágica en sí misma, sino como una parte vital de una aproximación sistémica e incluyente del cambio social y del derecho de todos a comunicar, a través de lo cual podremos alcanzar un mundo mejor, más integrado y más justo.
Los participantes reunidos en la Conferencia de OURMedia/NuestrosMedios 6
Sydney, abril 13 de 2007
(Tradujo Amparo Cadavid, abril 22,2007)